El motor está equipado con un sistema de control inteligente que puede monitorear y ajustar el estado operativo del motor en tiempo real para garantizar que el vehículo esté siempre en las mejores condiciones de funcionamiento. El sistema de control utiliza la tecnología de sensores avanzados para sentir con precisión la velocidad, la temperatura, la corriente y otros parámetros del motor, y analizar y procesar rápidamente estos datos a través de algoritmos inteligentes. De acuerdo con diferentes condiciones de conducción y condiciones de carga, el sistema de control ajusta automáticamente la potencia de salida y el modo de funcionamiento del motor para lograr una distribución y utilización óptimas de energía. Por ejemplo, cuando va cuesta arriba, el sistema aumentará automáticamente la potencia de salida del motor para proporcionar una capacidad de escalada más fuerte; Al ir cuesta abajo, la función de recuperación de energía se activará para convertir parte de la energía cinética en energía eléctrica y almacenarla, mejorando aún más la resistencia del vehículo. Este método de control inteligente no solo mejora el rendimiento y la eficiencia del vehículo, sino que también proporciona más conveniencia y seguridad para la conducción de los usuarios.